Hoy en día, todo el mundo tiene un arma. La mía es una capacidad hipnótica que me permite conectarme mentalmente con una docena de personas o más. Eso me hace un candidato perfecto para Mesías, porque puedo hacerlos pensar exactamente lo que quiero durante por lo menos dos minutos. Créeme, a dos minutos es más que suficientes, cuando todo lo que quieres es el alma de la gente. Lo curioso es que nunca quise ser un Jesús. Tengo preferencia por el otro lado. No supe qué hacer con las almas, pero sé qué hacer con el dinero y gané tanto el año pasado que hoy en día me siento menos codicioso. Pienso retirarme y enseñar mi técnica a un discípulo, alguien que quiera continuar mi viaje por la senda del enriquecimiento. Tal vez ya tengo más de lo que necesito. ¿Qué? ¿Quieres saber cómo funciona? Es muy fácil. ¿Tienes dos minutos?
Título original: Recordando Judas
Traducción del portugués: GvH
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