viernes, 24 de junio de 2011
Montería – Patricia Nasello
Nuestra tragedia comenzó tres meses atrás, el día del santo patrono, cuando las jaurías aumentaron su ferocidad. Antes sólo debíamos cuidar a los niños, dejarlos en la calle sin custodia era exponerlos a una amenaza fatal, pero ahora sólo los adultos jóvenes y sanos pueden aventurarse fuera de sus hogares, en grupo y armados. Llevamos noventa y cuatro días de un espanto al que nadie sabe cómo nombrar.
Nuestras bajas son numerosas, tanto por enfrentamiento directo como por el colapso del sistema: es difícil conseguir remedios y pronto comenzará a matarnos el hambre. Nosotros también matamos, pero allí donde cae uno de ellos, parece que dos, cinco, diez, brotaran en su lugar.
Los más viejos afirman que hubo un tiempo en que las dos especies convivimos en paz. Flaco consuelo nos ofrece el conocimiento.
Este sitio nos ha debilitado hasta ponernos al borde del exterminio. El enemigo, cada vez más numeroso, patrulla nuestras calles sin descanso.
Tomado del blog Esta que ves
Sobre la autora: Patricia Nasello
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Como siempre Patricia, extraordinario.
ResponderEliminarUn beso desde el aire
Muchísimas gracias, Rosa!
ResponderEliminarVuela otro beso desde Argentina a España