viernes, 24 de junio de 2011
Planos superpuestos – Sergio Gaut vel Hartman
Se abrió la puerta y vislumbré una figura de pesadilla que avanzaba hacia mí blandiendo una enorme cuchilla de carnicero.
—¡Corten! Va de nuevo. Un poco más de saña, Martín, sos un asesino demente. Y vos, Diego, estás saliendo del sueño, de una pesadilla, y tu rostro debe reflejar el desconcierto de caer en otra, aún más terrible. ¿Entendieron? ¡Acción!
Se abrió la puerta y vislumbré una figura de pesadilla que avanzaba hacia mí blandiendo una enorme cuchilla de carnicero. La cara del asesino, fundida como cera sobrecalentada, chorreaba sobre mi cuerpo de un modo obsceno. Traté de animarme contemplando el resplandor de los focos, y la mujer de la peluca roja que debía entrar para salvarme antes de que el asesino consumara su acto, pero no vi nada.
—¿Qué estás buscando, idiota? Esto no es un set de filmación y tampoco una simple pesadilla de la que uno puede despertarse. —Alzó la cuchilla y la hundió en mi pecho. Caí de la cama y empecé a desangrarme.
Sobre el autor: Sergio Gaut vel Hartman
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