Lo que no cuenta Homero es que ya de regreso en Ítaca y repuesto en el trono, Odiseo organizó un festival de las artes y las ciencias en el que las sirenas cantaron un coral de Ricardo Barreda denominado "La Barreda de Coral", Circe realizó trucos de magia que hubieran hecho empalidecer a David Copperfield y Simon Pierro, Polifemo mostró ante un apasionado auditorio el sistema de lectura que siglos después le plagiaría Louis Braille y Calipso hizo un banquete en el que usó sus conocimientos de la alta cocina egea, intoxicando a medio mundo. Lo que tampoco cuenta Homero, y mi informante secreto ignora, es que harto de Penélope, que estuvo tranquila durante veinte años sin un marido que le destejiera la paciencia, y de las peleas entre Telémaco y sus medio hermanos Nausítoo, Árdeas, Nausínoo, Antias, Latino, Telégono, Romo y Agrio, Odiseo realizó una nueva advocación a las almas de los muertos, tal como anteriormente hiciera en el país de los Cimerios. Heracles, Agamenón, Héctor y Aquiles se materializaron y corrieron a toda la parentela a punta de espada. También estaba allí, entre otros, el adivino ciego Tiresias quien con voz rasposa sentenció.
—Te lo advertí, necio guerrero sin cerebro, solo apto para la carpintería en gran escala. Las festicholas terminan a las patadas. Te hubieras quedado en el país de los cicones donde había más mujeres, vino y bienes de los que necesitarás en lo que te resta de vida.
—Te lo advertí, necio guerrero sin cerebro, solo apto para la carpintería en gran escala. Las festicholas terminan a las patadas. Te hubieras quedado en el país de los cicones donde había más mujeres, vino y bienes de los que necesitarás en lo que te resta de vida.
Sergio Gaut vel Hartman
Una interesante inversión del idealizado mundo helénico. Me ha gustado el blog, te sigo.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por leernos, Carlos. Hay más de 10.000 textos a tu disposición y la de todos los que deseen leernos.
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