—¿Qué hay de fruta?— preguntó Adán.
—¿Y este botón? —preguntó Pandora.
—No creo que vaya a llover —dijo el vecino de Noé.
—Mama vamos a dar una vuelta con Caín —dijo Abel.
—Con la pata que tiene no creo le quepa ningún calzado, pensó la madrastra de la Cenicienta.
—El tamaño es lo que importa —aseguró Goliat.
—Entren esa porquería que dejaron en la playa los griegos, que me arruina la vista —dijo el rey de Troya.
—¿Y ahora que hago, me quedé sin fósforos? —dijo Prometeo.
—¿Alguien más piensa que es un mito ridículo eso del sol? —dijo Ícaro.
—A veces me ahoga un poco, pero lo tengo bajo control —decía Desdémona a una amiga.
—Es un amor de verano —tranquilizaba la madre de Julieta al padre de la joven.
—¿Cuál era la trompeta que no tenía que tocar? —dijo el arcángel.
Vaya panda de gente.
ResponderEliminarMe ha resultado muy divertido, de verdad. Lo mejor para acabar la semana y empezar a pensar en el fin de semana.
Excelente...me cagué de risa...un abrazo...
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