Hacia veinte años que su vida de extranjero le parecía un espejismo, los paisajes apagados, la música monótona, las mujeres extrañamente ajenas. Cuando regresó después de mucho tiempo se dio cuenta que, en realidad, nunca había partido.
Tomado del blog de autores santiagueños En Los Esteros
Ilustración: "Jardines de Luxemburgo. Monumento a Chopin", de Henri Rousseau
Genial Luis, un micro reflexivo
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