lunes, 13 de diciembre de 2010

Observando la trama - Patricia Nasello


Por orden del rey se ha construido un laberinto, para encerrar al minotauro.
—Tenemos bajo control al enemigo —anuncia el pregón.
Me pregunto cómo surgió una bestia semejante. A qué clase de individuo le convendría su desarrollo; alguna vez fue cachorro, alguien tuvo que alimentarlo. ¿Qué pasa si su majestad es un imbécil que trata con constructores mediocres, y el enemigo se descontrola, se escapa? ¿Y qué si el minotauro no existe. Si el monarca lo inventó para distraer la atención de la plebe, encubriendo un peligro mayor... del que debería estar cuidándome?

5 comentarios:

  1. muy bueno...yo tampoco le creo nada a Minos...

    ResponderEliminar
  2. Minos nos está engañando pero pienso seguir el consejo que me diera mi abuelo: cuando a usted alguien le mienta, cállese. Siempre es bueno saber cuanto es capaz de mentir una persona.

    Gracias por comentar El Titán

    ResponderEliminar
  3. El peligro es que no nos podemos fiar del que manda :-)

    ResponderEliminar
  4. Excelente. Para pensar nuestra propia realidad político-social.

    ResponderEliminar
  5. Estimados amigos Cybr. y Juan Manuel, ruego disculpen esta inexplicable demora en la respuesta.

    Coincido con la opinión de ambos, además, creo que si algún objetivo tiene la literatura (además del placer que nos provoca leerla) es llevarnos a repensar nuestra realidad.

    Abarco a ambos en un abrazo

    ResponderEliminar