miércoles, 16 de marzo de 2011

Duda - Miguel Dorelo


—Dígame la verdad, doctor ¿Yo estoy vivo o muerto, eh?
—Depende de cómo se lo mire. ¿Usted como se siente?
—No sé, doctor. Para eso vengo acá, para que usted me lo diga. Mis buenos pesos me está costando esta terapia; diga que de vez en cuando me gano algún pesito como extra de cine si no sí que estaría muerto en el concepto más amplio de la palabra.
—Su estado final será siempre el que usted decida, yo tan solo soy un intermediario entre su yo inconsciente y su otro yo real. Su yo de usted, claro.
—Si…pero, ¿estoy vivo? Esta duda me está matando…Aunque si en realidad estoy muerto esta duda no podría matarme porque obviamente… ¡La puta que me parió! Estoy tan confundido…
—No se preocupe que para eso estoy yo.
—¿Para estar confundido? ¡Esto es una lisa y llana estafa!
—Para ayudarlo, gaznápiro mutante, para ayudarlo.
— Y ayúdeme entonces, carajo.
—Para eso estoy…Dígame como se siente.
—¡Muerto, me siento muerto! ¡Me tiene harto con sus boludeces!
—Sin embargo, yo diría que su reacción evidencia que usted está más vivo que nunca, aunque por supuesto la palabra final la tiene usted, yo solo soy un intermediario entre su incons…
El ataque fue sorpresivo y letal, fiel a su naturaleza, ni vivo ni muerto, el zombie no pudo reprimir aquél ansia irrefrenable de comer cerebros humanos aunque esta vez en especial al tragar el primer bocado sintió la extraña sensación de estar cometiendo un grave error; este cerebro en especial no podía dejar de ser tóxico.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Jajjajajajajaja!!! Buenísimo, hacía tiempo que no disfrutaba tanto leyendo (ya sabes, ese "no puedo parar de leer hasta el final"). :D

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  2. Gracias, Zilniya. Creí que era hora de nos diéramos cuenta que esos pobres Zombies al final son seres humanos como cualquiera y tienen sus propios conflictos existenciales.

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