miércoles, 23 de marzo de 2011

No lo haga en su casa - Guillermo Vidal


Odiaba su vida y no sabía qué hacer con ella. Mirando una película se le ocurrió que podía sufrir un accidente y perder la memoria por completo. A diferencia del personaje, él no quería recobrar su identidad; anhelaba por sobre todo una vida nueva. Así fue que organizó, tal como en el filme, un choque en el puente y la caída al agua. Recuperó la conciencia en el hospital y se llevó una gran decepción. Recordaba todo. Además de estar mal herido y con un dolor insoportable, a los cinco minutos de despertar, se murió. Su último pensamiento fue para la película en la que se había inspirado: “la historia de mi vida, no puedo confiar en nadie”.


Guillermo Vidal

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