Cuando pienso que estuve a punto de casarme con un escritor de ciencia ficción… me estremezco.
Hoy estaría viviendo en Ganímedes, una de las lunas de Júpiter. Habría pasado mi luna de miel cruzando la aterradora mancha solar a caballo de un cometa, bajo una lluvia de meteoritos. Habría vivido espantada del empuje de los vientos solares o cabalgando centauros y visitando estrellas perdidas en la galaxia.
Felizmente vivo tranquila y sin sobresaltos. Soy la esposa respetada de un político que llegará a ser muy pronto Alcalde de la ciudad Futuris en Marte, cuya misión es evitar que circulen terrícolas en la ciudad porque son agresivos y pendencieros. Mis cuatro hijos, todos jóvenes ejemplares, llevan adelante la empresa familiar la cual se ocupa de las naves que salen de la Tierra a las lunas de Marte y viceversa.
Gracias a los consejos de Zeus, soy una marciana muy feliz.
Sobre la Autora: Adriana Alarco de Zadra
Imagen: Flight, de Agyany en deviantArt
Cuando la fantasía supera a la propia fantasía, ocurren estas cosas. Me encantó, Adriana.
ResponderEliminarJaja. Muy gracioso, Adriana. Aquí prácticamente no hay diferencia entre un político y un escritor de Ci-Fi (Dios, qué mundo tan horrible!!, jaja).
ResponderEliminarYo que quedo con el escritor, los políticos sí que tienen peligro.
ResponderEliminarExcelente cuento, muy buen remate y la idea me encantó, sobre todo eso de que los humanos son pendencieros...
ResponderEliminarGracias, amigos...Me encanta que les guste lo que escribo, desde el punto de vista de un escritor de CiFi
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