Recuerda a papá que baje la tapa cuando se vayan todos, me dijo mamá en un susurro.
Después, rodeado de palabras de condolencia, de algunas lágrimas, de silencios prolongados y recuerdos compartidos, me olvidé.
Al día siguiente no había nadie dentro del féretro. La abuela había vuelto a escaparse.
Tomado del blog Microrrelatos al por mayor
Imagen: Fargesia Victualia, de Vanlubeck en deviantArt
uy Dios, ojalá nunca me pase a mí...
ResponderEliminarmuy bueno...
Los hombres siempre tenemos la costumbre de dejar la tapa levantada...
ResponderEliminarMuy bueno!
¡Muy bueno! Gracias por el dato, Luisa, aunque tengo pensado no abrir la tapa.
ResponderEliminarEsa costumbre de las abuelas de andar escapándose a cada rato...
ResponderEliminarMuy bueno Luisa!
Saludos!