Apresuró el paso. La tarde daba sus últimos resplandores Conocía a la perfección los bosques de Ezeiza y sabía que en breve llegaría a destino. Pero no había tenido en cuenta los piquetes de la General Paz que le impedían el paso. No le importó, Luciendo su capa roja, dejó la canasta a un costado adhiriéndose a ellos de inmediato. Es que estaban reclamando chapas y tirantes. a la abuelita que era pensionada, en última tormenta se le
había destrozado la casita . El lobo se portó como un verdadero compañero. Cebó mate para todos
había destrozado la casita . El lobo se portó como un verdadero compañero. Cebó mate para todos
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