domingo, 9 de octubre de 2011

Babel - Jesús Ademir Morales Rojas


K deambula por el Castillo, confundido y desorientado. Se acerca a un guardia a preguntar por la oficina de los trámites. Pero el guardia le responde en un lenguaje desconocido. K desesperado, intenta hacerse entender gesticulando el rostro y agitando las manos. El guardia parece sorprendido. Pero luego asiente y busca que K lo acompañe. El joven le sigue. Está satisfecho de finalmente haberse hecho entender. El guardia conduce a K a un cuarto. Oscuro, silencioso. K se consterna. Allí varios guardias le derriban. Le someten. Poco antes de ser ejecutado, K les maldice. Los verdugos sonríen, como si comprendieran.


Jesús Ademir Rojas

2 comentarios:

  1. Magnífico microrrelato. La frase final encierra una cantidad de enigmas y respuestas donde el lector juega un papel preponderante.

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  2. Brutal! Aunque no se necesitaba más para este microrelato, me quedé esperando que hubiese más, no fue suficiente para disfrutar tu lectura! :-P Lo comparto por facebook!

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