Una muralla de agua de novecientos kilómetros de largo y treinta de alto se acercaba a Atlan, como era usual en esta época, por fortuna disponían de un potente escudo de energía para protegerlos.—Querido, no uses el ventilador que está en corto —dijo y escuchó un click. Quedaron a oscuras en toda la ciudad y cayó el escudo en el mismo momento que la ola gigante tocaba la costa.
genial variante de uno de los postulados de la teoría del caos...
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