
Anoche soñé que era un pájaro. Los árboles me extendían los brazos y mis alas eran azules como el terso azul de un día sin frío. El pájaro quiso quedarse en el sueño y yo vine aquí a contar lo que sucede cuando no se sabe de qué color es la realidad.
Angélica Santa Olaya
Bella pincelada, Angélica. Paradójica y profunda.
ResponderEliminarHermoso.
ResponderEliminarEl color de la realidad... qué bonito pensamiento.
Gracias Sergio, Javi... Gracias siempre por dar a mis palabras un espacio en esta casa tan química y hermosamente impura... Angélica...
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