martes, 26 de julio de 2011

Lo último en el futbol de primera – Guillermo Vidal


—Lo mío fue inocente, activé el escudo de protección personal y grité el gol de mi equipo en la tribuna repleta de fanáticos del equipo rival, era un gusto que me quería dar. La multitud giró la cabeza como una sola y se abalanzó sobre mí a un solo alarido, eso fue todo.
—Excepto que murieron aplastados en la avalancha cincuenta y dos hinchas.
—Sí, la furia asesina se contagió sin control y todos y cada uno querían golpearme, pero el escudo aguantó, lo probé con una locomotora en un paso nivel, me hizo rebotar como una pelota y fui a dar a la avenida donde me golpeó un camión con acoplado y nada.
—¿No tiene nada que decir al respecto?
—Que fue una injusticia que nos anularan el gol.
—Todavía hay doscientos hospitalizados y el estadio quedó destrozado.
—Sí, los fanáticos son terribles. No se justifica tanta violencia.
—¿Usted no tuvo nada que ver?
—Gritar un gol no es delito.
—¿En la tribuna rival, cuando se están por ir al descenso?
—¡Cierto, quién iba a pensar que un equipo de esa jerarquía iba a caer en la B! El futbol ya no es lo que era.

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