sábado, 30 de julio de 2011

La historia oficial – Guillermo Vidal


Todo lo que se podía observar por las ventanas no era real, así le informaron oficialmente cuando cumplió los doce años, aunque ya lo sabía por los comentarios de sus compañeros, ni los árboles, ni el cielo azul, ni los pájaros que tanto le gustaban, nada existía. Eran animaciones en voxeles, afuera no había otra cosa que una densa y oscura niebla y solo se adivinaba las siluetas difusas de otras torres vecinas. Vivían a casi cinco mil metros de altura del nivel de la superficie y tenían más pisos por encima de ellos.
—¿Qué hay abajo? —preguntó.
—Nadie ha bajado más allá de los novecientos metros desde hace mucho tiempo, las sondas que se enviaron no regresan ni envían datos, no parece que nada pueda sobrevivir en ese ambiente hostil.
—¿Pero los montículos?
—Son formaciones naturales.
—¿Y los nativos?
—Plantas que por efecto del viento y la luz parecen moverse y tener aspecto humanoide.
Su padre, que hasta el momento había permanecido en silencio, intervino—Cuando llegamos al tercer planeta no encontramos ciudades, ni seres inteligentes, apenas una atmosfera irrespirable. Por eso construimos las torres. No creas lo que inventan los fanáticos, no somos invasores. No hubiéramos puesto ni una de nuestras tres extremidades inferiores en este mundo de haber una especie desarrollada.

Sobre el autor: Guillermo Vidal

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