—Hola, ¿como andás? No, no me agradezcas, amor; sabés que para vos, todo. Te había prometido una noche de buen sexo y al fin pude cumplir. Me alegra que el taxi boy que te mandé haya sido de tu agrado. Si, después te paso su celular.
Yo también te quiero mucho. Un beso.
Jajaja... Muy bueno Miguel... Me has arrancado la primera sonrisa de la mañana... Gracias...
ResponderEliminarAngélica Santa Olaya
De nada, Angélica laberínticamnte alada. Siempre es bueno arrancarle una sonrisa a una dama, dicen.
ResponderEliminarNo es cosa facíl amigo elaborar un relato corto.
ResponderEliminarCon un final tan inesperado.Gracioso al mejor estilo
Dorelo.
jajaja- muy bueno-
Gracias, Chely. Dicen que el verdadero amor es hacer feliz a la persona que amamos sin egoísmos y no se puede negar que el tipo este lo demuestra.
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