
Ayer vi cómo seré, cómo moriré. Es raro ver en las retinas y saber qué es lo que verán cuando no vean o ver en ellas el futuro que no podrán ver. De alguna forma —pienso— es como ver el futuro (paradoja, si las hay) o suponer que en ese futuro hay un pasado posible implícito, que es hoy. Que fue ayer, precisamente, cuando vi cómo seré y cómo moriré. Porque vi pasar al hombre, a su mujer, enlazados por las manos.
Ella iba enseñándole a caminar en la oscuridad total de sus ojos. Entonces recordé esas fotos que tomaron de mis retinas resquebrajadas como una pintura al óleo abandonada y mugrienta, manchada de un sol oscuro que la va desvaneciendo en la nada.
Ayer —decía— vi el futuro con mis ojos que no verán.
Paradoja, si las hay.
ResponderEliminarExcelente, Ettore.
Gracias, Javi! Lector ideal, si los hay...
ResponderEliminarEs muy bueno Héctor! Me gustó mucho!
ResponderEliminarSaludos!
Chapó Héctor.
ResponderEliminar¡Gracias, querida gente!
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