miércoles, 8 de junio de 2011

Los otros – Patricia Nasello


Diseñamos un arma magnífica.
Una vez construida, la bautizamos. Con la misma emoción con que se bautizan los barcos, los niños. “Perfecta”, la llamamos.
Otros decidieron probarla.
La explosión fue transmitida en vivo y en directo a través de todos los canales de televisión. Los diarios y las revistas sacaron a la venta ediciones extras cubriendo el suceso, que fue el comentario obligado de cada radio. De cada oficina, de cada bar, de cada esquina.
Hombres, mujeres y chicos festejaron con euforia la certeza del disparo.
—La raza humana será invencible —decían. Amigos, parientes, desconocidos, vecinos, rivales, socios, enemigos. Se abrazaban como hermanos. Fueron uno.

Sesenta días después de tales acontecimientos, comienzan a verse las consecuencias. Los océanos han cambiado de ritmo, las mareas tienen otra periodicidad y las corrientes otra dirección. El clima está variando; muy pronto no se sabrá qué sembrar, ni dónde, ni cuándo. Las villas rurales están siendo despobladas, nadie soporta las noches en el campo.
Mañana se reunirá un congreso formado por los más prestigiosos antropólogos, siquiatras y sociólogos del mundo, la cara de la gente está mutando.
A mí también me duelen los huesos –la frente, los pómulos, el mentón- pero tengo la conciencia tranquila; cuando se propuso hacer estallar la luna, fui el único que votó en contra.

5 comentarios:

  1. Aunque la consecuencia final será la misma, me temo.
    Me gustó mucho.

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  2. Hay conciencias que se conforman con mucho, otras que necesitan menos, y otros que no saben ni siquiera si la tienen. Muy bueno Patricia

    Saludos

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  3. Que no te quepa la menor duda Cybr.!
    Besos

    Muchísimas gracias Paloma!!!
    Un Abrazo

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  4. Me hizo recordar la máquina del tiempo, seria espectacular ver la luna cayéndose a pedazos, aunque les duela en los hueso reconocer sus errores

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  5. Quién sabe, Carlos. Hay gente que les duela donde les duela, no los reconocen.
    Extraña esencia la humana.
    Gracias por el comentario
    Un abrazo

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