miércoles, 1 de junio de 2011
Barcas – Mario Berardi
Otra vez el balanceo, como cada noche. En lo más oscuro y callado del sueño, ahí está la misma sensación: el mecerse al ritmo de las olas, un suave cacheteo sobre la barca, el viento marino abriendo el aire en los pulmones.
Antes de los primeros cantos de sirena, una vez más, pudo tantear los laderos de la cama, las sábanas arrugadas, la manta, el colchón, su ropa revuelta en el piso. Aliviado, se dio la vuelta y siguió durmiendo.
Sabía muy bien que lo peor, en estos casos, es abrir los ojos: uno puede despertarse amarrado a la baranda o al timón, mareado por la furia del temporal, o bien rodeado de infinitas barcas de pesadilla. Y también, según dicen, la barca podría desvanecerse ante la menor presencia de un mar, o transformarse en un caldero en el que se puede arder para siempre.
Sobre el autor: Mario Berardi
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Como siempre, me encanta la fuerza poética de tus textos, Mario.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Javi.
Gracias,Javi. Aunque debo confesar que es un texto que le he robado a un fulano.
ResponderEliminar¿En sueños?
ResponderEliminarEs lo que no me queda claro
ResponderEliminarCasi sale otro cuento de esa duda...
ResponderEliminarLa barca de los sueños...
ResponderEliminarmuy buenas imágenes, excelente cuento...