miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿Problema para Asimov? — Héctor Ranea


—No so fast, partner! —me dijo GOG 1357.
—Recuerdo a GOG 1357 que debe hablar en castiya lunfárdico.
—¡Tenga mano, compañero! —se corrigió
Verdaderamente, intimidaba un poco GOG 1357, a quien apodé cariñosamente cloro, como casi todos los de la serie GOG. Habían sido diseñados como soldados y su tamaño empequeñecía a mi pobre humanidad, sostenida en dos piernas que temblaban como hojas, a pesar de sentirme protegido por haber sido su creador.
—Debo destruirte —me dijo.
—Eso es imposible. Te recuerdo las leyes de Asimov. ¿Necesitas que explicite: la primera, ñato?
—Para nada. Las conozco y he analizado al dedillo, che.
—Entonces tenés las cosas en claro. ¿No?
—Perfectamente.
—Entonces ¿a que viene la amenaza?
—¿Cómo sé que sos humano?
—Es evidente.
—No para mí. Tendría que hacer los exámenes tipo Turing. No sé si tengo tiempo. La comandancia está apurando.
—¿Me querés decir qué bicho te picó? —le dije exasperado—. Soy humano, no podés negarlo, flaco —le dije en confianza. —Pedime la clave.
—Nada me lo hace sospechar, hasta ahora. Todo lo actuado lo podría haber hecho un robot modelo 0. ¿Clave, con todos los virus de phishing que pululan con la guerra, me tomás el pelo?
—Corré un análisis espectral de voz, un análisis de mis huellas dactilares, mi ADN —dije con tono calmo.
—Ya lo hice. ¿Me crees gilipollas… digo: gil, bebé? —me dijo sobrador.
—¿Y?
—Nada que no hubiera podido hacer un modelo 0 —repitió automático.
—¡Mierda! Juguemos al ajedrez.
—Como quieras, beibi, pero no me va a servir de nada. Los GOG vencemos hasta la cadena FUK de robotes, lo siento. Te hicieron un feo.
—¿Querés que me cante un tango? —dije con voz tenue.
—¿Qué no esté en la red? —dijo, usando el tonito sobrador que yo había inventado.
—¡Soy tu creador, estúpido!
—No vamos a ningún lado. Podría tomarte exámenes de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales, teoremas de mecánica no-lineal, cualquier cosa de física cuántica, de teoremas de ergodicidad y sinergia, me da igual, podrías ser un robot clase, a lo sumo, 2. Seguís siendo robot para mí.
—Recito poesía.
—Poesía.com tiene todo.
—¿Me hiciste un reconocimiento 3D de cara con proyección 4D de gestos asociados? ¿Corriste un análisis de consumo de glucosa en el cerebro correlacionado con mi actitud actual? ¡Puta madre, tenés un sistema ocular espectacular! Me podés escanear con rayos X, electrones, neutrones rápidos, lo que quieras. ¡Soy humano, mecachendié! ¡Me tomás por uno de los tuyos? ¿Qué te creés, desagradecido!
—Con esa violencia verbal te asocio con uno clase JOD y no espero más. El comando me está urgiendo. No puedo equivocarme, pero tampoco dejarte libre.
—Un poco de lógica simbólica, de lógica formal —rogué.
—Es al cuéte. ¡Qué querés que te diga, varón! ¡Fuiste! Por más que me recites la Ética Razonada de Spinoza o los libros perdidos de Zenón de Elea. Todo cabe en el nuevo chip que cuadra en el zócalo DFfG de los BLOW. Nada que hacer, pibe. Sos boleta. Perdiste. ¡Hasta la vista, beibi!
Y preparó su arma desintegradota.
—Che, ¿pensaste qué le vas a chamuyar a tu jefe cuando te pregunte qué hiciste conmigo?
—¿Si llega a poder demostrarme que es humano, querés decir?
Mientras se escuchaba el silbido clásico de recarga neutrónica del arma, pensé: ¡Qué boludez nos mandamos, che, qué boludez! GOG 1357 disparó sin conmiseración.

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4 comentarios:

  1. muy bueno Ranea.
    Internet va hacia eso: nos destruirá mediante facebooks y yahoos

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  2. No so fast, partner! Le diría GOG 1357. Espere que aún nos toca penar. En la época de las leyes de A era fácil distinguir quién era humano de quién no lo era. Pero Hic et Nunc, usted puede probarme que soy humano?

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  3. yo se que soy un Titán, el maldito de Zeus me encerró en el Tártaro y desde ese día no logró reconocer al género humano. Creo que nunca vi uno de esos artilugios...

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