Volvía una y otra vez al lugar donde tantas veces nos citáramos. Apostaba a que volviese y también a que hubiese cambiado; debo reconocerlo. Pero sabía, tenía la certeza, de que esto no podría ocurrir. No, ni ella volvería a ese lugar ni dejaría de ser como había sido. Por eso a aquel sitio, simplemente, sólo volvía en sueños.
Una locura completa...! Fascinantemente obsesiva y paranóica... Genial!
ResponderEliminarMuchas gracias. Quedas invitadásimo a mi blog y a mi página en FBook. Hasta otra. Un abrazo.
ResponderEliminar