—Bienvenido, usted ha muerto. El tema es así: esta es la sala de espera. Cuando lo llamen pase por esa puerta, hable con el demonio de corbata azul y alas manchadas de óxido, quien analizará su situación procesal. Luego, dependiendo de su nivel de karma y de sus antecedentes penales, él dictará sentencia. Dicha resolución puede ser condenatoria, es decir, tendrá que volver al mundo azul mierda; o absolutoria, con lo cual podrá usted aspirar a universos más sofisticados. Es apelable con efecto devolutivo. Si precisa abogados no se preocupe: están todos acá, en el limbo.
Sobre el autor: Esteban Moscarda
Hola Esteban, muy bueno tu cuento. Neli :)
ResponderEliminarGenial, para qué escribir más. Bueno, sí: GENIAL
ResponderEliminarSerá Justicia.
ResponderEliminarMuy bueno, Esteban.