sábado, 8 de octubre de 2011

Gretel toma una decisión - Saurio


Una vez que hubo empujado a la bruja dentro del horno, Gretel fue a liberar a Hansel. Cuando lo vio en la jaula, gordo como un cerdo, aún lamiendo la escudilla de la última comida que la hechicera le había servido, lo pensó mejor. Al fin y al cabo, ella estaba hambrienta, los planes de su hermano no habían sido muy buenos y, la verdad, el muy egoísta no se había negado a comer ni había separado parte de los alimentos para dárselos a su hermana. Todo lo contrario, aprovechaba la mala vista de la bruja para engañarla con un huesito de pollo y así obtener más comida, mientras la pobre Gretel meta laburar para, con suerte, recibir algún que otro mendrugo.

Sí, era una pena que todas esas deliciosas proteínas se malgastaran en el idiota de Hansel. Además, el horno ya estaba caliente, las papas y las cebollas estaban peladas y ella tenía mucho, mucho hambre.


Saurio

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