miércoles, 3 de agosto de 2011

El inesperado regreso del terrorismo internacional - Eduardo Mancilla



El grupo estaba dispuesto a sembrar el pánico a como diera lugar, por el simple placer de la venganza y el retorno del reconocimiento público. Habían planificado acciones tenebrosas y sanguinarias. A punto de dar su primer golpe, solo uno llegó a la cita. Al rato y por celular, fue recibiendo las excusas. Drácula extravió su dentadura postiza, Frankenstein quedó inmóvil por una artrosis de cadera, a la Momia no se le secó el vendaje, el Hombre Lobo tuvo un súbito ataque de pulgas, el Fantasma de la Opera se demoró en una función de gala. Suspendido el atentado, al Muñeco Maldito no le quedó otra que regresar a la juguetería.


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