
—No comprendo la realidad —le dijo el hombre a Dios, cuando tras mucho esperar pudo hablar con Él—. Por favor, ¿me podrías explicar?
—No te molestes —le respondió el Señor, señalando hacia arriba con un gesto mecánico de Su mano—; tampoco Él la comprende. Hace ya mucho, mucho tiempo, cuando tras mucho esperar pude hablar con Él, Yo le pedí lo mismo que tú a Mí. Y Él, señalando hacia arriba con Su mano, me respondió lo mismo que Yo a ti.
Alejandro González Foerster
No hay comentarios:
Publicar un comentario