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La mujer observa el océano desde un peñasco. Recuerda la pelea, durísima, que el barco hundido librara por su supervivencia y se estremece de placer. Sólo un náufrago resta de aquella odisea, la orfandad del desdichado aumenta su deleite.
A pocas leguas hay un pueblo, los pueblos están llenos de hombres, cualquiera podría ser su enemigo. Para cada enemigo hay una estrategia. Hacia allá dirige sus pasos Moby Dick, apodo que deja en el camino.
Tomado del blog Esta que ves
Sobre la autora: Patricia Nasello
¿Se trata de la ballena convertida en mujer?
ResponderEliminarPatricia, creo haberla cometado en tu blog. Está muy buena. Cariños.
ResponderEliminarSí, Montse, Moby Dick.
ResponderEliminarBesos
Me alegra mucho que te agrade, Elise.
Retribuyo tus cariños
Enhorabuena Patricia!!!
ResponderEliminarMe encanta la reescritura que haces del clásico.
Besos desde el aire
Muchísimas gracias, Rosa.
ResponderEliminarBesos desde el otro lado del mar
Inquietante paso al ataque. Esa conciencia sádica estremece.
ResponderEliminarAsí soy Cybr., ja ja.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu cuidado comentario.
Un abrazo
Le has dado una vuelta de tuerca a un gran clásico con mucha habilidad.
ResponderEliminar¡Un saludo!
Muchas gracias, Carlos, tanto por la lectura como por la cordialidad de tus palabras
ResponderEliminarRetribuyo tu saludo